Un palacio duradero para palmeras y personas

Desde 1998, un edificio único de PLEXIGLAS® en la Isla de las Flores de Mainau protege las valiosas plantas. Expuestos a la intemperie durante todo el año, otros plásticos se vuelven rápidamente antiestéticos, pero no PLEXIGLAS®.

Ya en 1867, el Gran Duque Federico I de Baden mandó construir un invernadero de naranjos en la isla de Mainau, en el lago de Constanza. Destinado a proteger la colección de plantas exóticas durante los meses fríos, el edificio podía desmontarse por completo. Su bisnieto, el conde Lennart Bernadotte, encargó la primera Casa de las Palmeras en 1968. Treinta años después, las impresionantes palmeras habían crecido tanto que se necesitaba un nuevo hogar. También este edificio debía diseñarse para ser desmontado cada primavera y erigido en otoño, pero las condiciones han cambiado.

Los más altos estándares de construcción y materiales

Como resultado, la Casa de las Palmeras no sólo tiene un aspecto impresionante, sino que ofrece 1.300 metros cuadrados de condiciones óptimas para diversas especies, como confirma el Director Gerente del jardín, Markus Zeiler. "La estructura del tejado está diseñada en forma de olas y presenta tres alturas diferentes de entre 6,6 y 17,4 metros. Las palmeras datileras canarias, que alcanzan los 16 metros de altura, tienen ahora espacio suficiente, mientras que las plantas más pequeñas pueden desarrollarse en las zonas más bajas."

De edificio de temporada a edificio para todo el año

Más grande que su predecesor, el nuevo edificio también requiere más tiempo y esfuerzo para desmontarlo y volverlo a montar. Además, la Casa de las Palmeras se ha convertido en un lugar popular para la celebración de eventos. Como consecuencia, ya no se desmonta y vuelve a montar cada año, sino a intervalos irregulares, por ejemplo para el mantenimiento exhaustivo realizado en 2017. Varios componentes tuvieron que ser reparados o sustituidos, mientras que los elementos de PLEXIGLAS® no necesitaron más que una limpieza a fondo con un limpiador de alta presión, seguida de la aplicación de un pulido de cera protector.

"Es un gran elogio para PLEXIGLAS® como material", afirma Üblagger. "Hemos comprobado una vez más que, gracias a su superficie porosa, PLEXIGLAS® presenta un grado de autolimpieza extremadamente alto y conserva una calidad de superficie muy homogénea, incluso después de estar expuesto a la intemperie durante décadas". La Palm House también se beneficia de otra propiedad del vidrio acrílico de la marca que lo diferencia de la mayoría de los demás plásticos: La protección UV intrínseca que proporciona el PLEXIGLAS® incoloro y transparente evita cualquier amarilleamiento. De este modo, PLEXIGLAS® ofrece un alto rendimiento luminoso en el interior incluso después de varias décadas.

Otros diez años

El mantenimiento realizado garantiza la seguridad e integridad de la Casa de las Palmeras, situada justo al lado del Palacio Barroco de la isla de Mainau, hasta 2028, promete Zeiler, director de los Jardines de Mainau. El plan es encontrar entonces una nueva ubicación para la Casa de las Palmeras en la isla, de modo que el Palacio Barroco, con su terraza y jardín, pueda recuperar su gloria tradicional. Thilo Üblagger está convencido de que la capa exterior de PLEXIGLAS® permanecerá intacta muchos años más: "Si echáramos un vistazo dentro de 30 años, veríamos que el aspecto del edificio no ha cambiado en absoluto".